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Durante los paseos en el parque, el campo o el bosque es común ver perros que se revuelcan en charcos, heces de otros animales, o incluso en animales muertos. Por más extraño y desagradable que nos parezca este comportamiento, para ellos es algo natural.
Existen tres razones por las que un perro puede embarrarse sobre cosas desagradables:
Razón #1:
Los perros descienden de los lobos y aunque sean una especie completamente distinta y ya no tengan mucho que ver con ellos, aún conservan rasgos genéticos de sus ancestros. Uno de estos rasgos genéticos que nuestros perros conservan son algunos instintos de caza. Si bien no necesitan cazar para alimentarse, estos instintos son los que hacen que a los perros les encante perseguir «presas» en movimiento (como una pelota, un pájaro o un gato) y son estos mismos instintos de caza, los que provocan que en ocasiones se revuelquen sobre basura, lodo, heces o animales muertos.
Razón #2:
Los lobos también suelen revolcarse sobre «algo» para llevar el olor consigo y poder comunicarlo a su manada (esto puede tener la intensión de llevar una advertencia o de comunicar un descubrimiento interesante). Nuevamente este comportamiento es algo que los perros heredaron y que conservan como un rasgo genético.
Razón #3:
Esta vez, la explicación no tiene nada que ver con los lobos sino que tiene que ver directamente con nosotros los humanos. Muchas veces cuando bañamos a nuestros perros el jabón deja un aroma que para nosotros es agradable (hoy en día hay jabón de todos los aromas: sandía, coco, chicle, frutas, lavanda, menta, etc.).
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el olfato del perro es hipersensible, mucho más sensible de lo que podemos imaginar. Para los perros, el aroma de los jabones y lociones puede ser tan desagradable y molesto que no dudarán en correr al jardín a embarrarse de la primer cosa olorosa que encuentren. Esto último con el objeto de poder eliminar de su cuerpo el horrible olor que les pusimos.
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